Agentes de Cambio - Conociendo un Coach del Interior
por Paola Díaz
Difundir y descentralizar el coaching para que llegue a la mayor cantidad de gente posible es una de las principales motivaciones del coach José Luis De Nicola.
Había escuchado la voz de José Luis (59) en uno de esos audios de WhatsApp en el que contaba que estaría unos días en Asunción por motivos personales. La idea era encontrarme con él cara a cara antes de que regresara a Encarnación, ciudad donde reside hace décadas.
Cuando pensé que perdíamos la oportunidad, un plácido martes coincido con él en la neutralidad de un café de la zona sur de Asunción, al ritmo y al silencio de un shopping que recién abre sus puertas. De habla segura y pausada y sonrisa impregnada en su rostro, su semblante trasluce un hombre sintonizado con su corazón. La conversación no pudo menos que fluir.
Un café sin cafeína pide, y lo secundo.
Agentes de cambio.
“Me da mucho sentido que a través del coaching se puedan generar agentes de cambio; sobre todo por las posibilidades que ofrece de despertar a esas personas que pueden aportar miradas distintas en los diversos ámbitos de la sociedad”, responde cuando lo interpelo sobre sus motivaciones como coach.
Para José Luis, se trata de sembrar una semilla, pero también aceptar que la cosecha es incierta y que hay que dejar que todo fluya, sobre la base del respeto al otro. De acuerdo a su mirada, el primer paso en esa dirección es ser “el mejor coach posible”, lo que no significa saberlo todo ni ser el más experimentado.
En este sentido, recuerda una experiencia que tuvo con el grupo de coaches con el que egresó de su formación en Encarnación. Cuenta que el año pasado trabajaron con la selección femenina de basquetbol sub-14 de dicha ciudad, con una dinámica durante media hora antes del entrenamiento y un feedback al final. Antes de iniciar, algunos de sus compañeros estaban reticentes porque no se sentían preparados, pero los resultados dijeron lo contrario.
“Recuerdo que una de las jugadoras dijo: yo pensé que nadie me quería acá y ahora me doy cuenta de que sí… A mis compañeros eso les marcó, lloraban, porque no podían creer lo que se generó ahí. Es que la gente quiere estar lo mejor preparado para hacer algo, pero si no das el primer paso no vas a dar mil y cuando entregas desde lo más profundo sí o sí tienes esa recompensa”, señala conmovido.
Agrega que “si más gente sabe que puede cambiar algunas cosas en algunas personas, en grupos de trabajo, en equipos deportivos, creo que habrá más posibilidades aun de trabajar y de darles ese aprendizaje y de sembrar”.
Difusión
“Una de mis prioridades es que la mayor cantidad de gente conozca el coaching. Mi objetivo es contribuir a ir haciendo crecer el coaching, de darle la mayor confianza a la gente”, dice enfatizando las últimas palabras.
José Luis participó en la difusión de la disciplina en radio y televisión y ahora es un propósito que mueve y sostiene su emprendimiento “Huellas”.
Asimismo, su sueño es que los beneficios del coaching se puedan introducir desde la escuela iniciando por la educación emocional. Propone trabajar “Intensamente”, haciendo alusión a la película de Pixar (2015). “Se pueden hacer muchísimas cosas, para ir justamente sembrando y creando conciencia en los chicos”.
A su juicio y a la luz de su experiencia, la educación primaria “se quedó corta” y eso se nota cuando los jóvenes salen del colegio. “Creo que una palabra buena para el coaching sería libertad, porque te da la posibilidad de elegir, que vos reflexiones”, comenta.
Descentralización
José Luis habla de una comunidad de coaches “tibia” en el país y añade que “a los del interior se le trata como otro, hay que descentralizar”.
Con este propósito ha liderado la formación de la Comunidad de Coaches del Sur, que se inició con casi una veintena de integrantes, todos egresados, pero que cuenta con la participación activa solo de la minoría.
Es por esto que, a través de distintas iniciativas, busca que el resto se contagie para tener presencia en Encarnación y desde ahí dando pasos para lograr que exista una filial de APCO en el Sur. “Hay mucho potencial, mucho por hacer ahí, por aprender”, manifiesta.
A la hora de responder por sus proyecciones como coach, asegura que está abierto a todas las posibilidades porque se trata de su pasión y quiere dejar huellas: “Pongo todo el corazón en esto, me nace de adentro, es mi pasión, me llegó a los 57 años, pero creo que tengo mucho tiempo igual para esparcir mi semilla y dejar el nombre de mi empresa Huellas, que la nombré así porque quiero dejar huellas”.
- Acreditado como Coach Ontológico en 2020.
- Desempeño profesional en las áreas de administración, comercialización y marketing y en la gerencia de capital humano.